jueves, 11 de noviembre de 2010

Paréntesis.

Lo platónico se hace cercano.



Olvida, olvida, olvida...
Olvida todo lo vivido, vuelve a empezar, elévate, ¡sé libre!
Vive... Vive... Vive todos los días, no duermas, ¡sé libre!
Yo puedo.
Tú puedes.
Él puede.
Y todos podemos.

Adiós olvido.

Vamos a convertir esa nada en algo.
Vamos a viajar a través de la infamia y a mirar hacia un horizonte opaco.
Donde eres el que elige lo que quiera.
Donde no duelan las decisiones.
Donde no existan sentimientos de pena y odio.
Donde yo sea feliz.

Quiero que vengas conmigo a ese lugar.
Y quiero que me cuides.
Y que me digas al oído los días que has estado esperándome.

Quiero que por fin celebremos el momento de partir hacia otro rumbo fuera de esta ciudad.
Fuera de nuestros recuerdos.
Que celebremos el querernos y el empezar desde un número cero.
Que seamos felices sin serlo.
Que nos envidien.
Que nos odien.

Que al fin y al cabo... Es lo que nos gusta a los dos.

Vamos a gobernar este mundo... ¡Juntos!
y yo.

Vamos a decirles a todos que no somos como ellos.
Que tenemos ideales.
Que pensamos diferente.
O que somos iguales.


¡Te quiero, te quiero, te quiero!

8 comentarios:

  1. "Los que prefieren la sensatez y huyen de la locura son incapaces de sentir el amor verdadero."

    Tan precioso como ella misma...

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  2. ¡Poesía moderna!
    Es impresionante esto que has escrito.
    Me ha dado fortaleza y esperanza.

    Enhorabuena.

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  3. Y quién no te quiere a ti!

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  4. Me ha encantado la entrada! Es preciosa!! ^_^
    un besoo!!

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